Hace varios años que un jerarca nacional no nos visitaba.
Estuvo Luis Alberto Lacalle también Julio María Sanguinetti (en el último periodo) inauguró la planta de OSE, camino al Paso de Arballo; pero estuvo para el corte de cinta y se fue.
Y anteriormente el Presidente de la República elegido constitucionalmente que visitó la ciudad fue Don Luis Batlle Berres, en el año 1955 donde se vio agasajado por “Quina” Leys de Beracochea y sus jóvenes bailarinas en la Plaza de Deportes.
Así que, poniéndonos a analizar, pasaron 53 años para que un gobierno se preocupara con responsabilidad por otras realidades. Lo que si es cierto, es la actitud que ha tenido este gobierno en salir al interior y dar cuenta a la población de los actos de Estado en boca del propio Presidente de la República.
Esta jornada simbolizó un paso más hacia la integración, demostrando que todos vamos hacia un mismo lugar, el Intendente Municipal de Colonia y el Presidente de la República juntos, afianzando y compartiendo los diferentes cambios que realizan cada uno desde su lugar de trabajo.
Salieron a flote varias frases antes escuchadas como “que paguen más los que tienen más y que paguen menos los que tienen menos”, “este gobierno tiene los pantalones bien puestos”... y otras.
Me cayó muy simpática la introducción histórica que realizó el Presidente acerca de los orígenes de Rosario.
El Ministro de Defensa, José Bayardi, expresó un concepto muy interesante y que marca, de alguna forma, la posición del gobierno. “Este gobierno no está en contra de los militares y mucho menos de las Fuerzas Armadas; este gobierno está en contra de aquellos que, en los años negros del país, deshonraron el uniforme de nuestro héroe” señalando el monumento a Artigas que se encontraba a su derecha y refiriéndose a la última dictadura militar.
Muchos expresaron que no concurrirían al acto porque el Presidente no es de su ideología o simplemente no les simpatiza, creo que incurrieron en un error poco más que inmaduro porque, más allá de las diferencias que uno pueda tener o no, es el Presidente de la República y por tanto el Presidente de todos y todas, sin distinción de bandera alguna; allí es donde claudica la democracia y los buenos hábitos republicanos.
Además, este acontecimiento, pasó a formar parte del país y de Rosario, donde hubo muchísimos partícipes que lo recordaremos como un digno acto democrático.
Habrá quienes digan que fue un acto político, eso yo no lo analizo y tampoco lo cuestiono, porque lo cierto es que hubieron gobiernos que infligieron en acciones políticas desde el manejo del Estado, que lo hicieron en peores circunstancias de lo que se le acusa a Vázquez. Se pasó desde el amiguismo hasta el hurto, y no pasó nada porque tenían los colores blanco y colorado, ahora como son los “comunistas”, los “revolucionarios” aparecen los problemas y los “peros”. Hay que llamar las cosas por su nombre y decir también que el Frente Amplio ha cometido errores, al igual que cualquiera, pero creo yo que lo hizo por inexperiente, no con voluntad de beneficiar a unos pocos.
Para quienes dicen que el único que puede dar la cara en el gobierno frenteamplista es el Dr. Vázquez porque los demás no son creíbles, estaría bueno que me explicara el fenómenos Mujica o el fenómeno Astori, con gran representatividad popular.
Además hay quienes dicen y critican al Presidente por tener mucha gente que lo cuida, ahora bien, me pregunto: ¿en qué país de América han atentado contra un gobernante de derecha? en ninguno, atentan contra los de izquierda porque es sabido que tocan los bolsillos y los intereses de los grandes potentados.
La visita del Dr. Lacalle fue muestra de la rivalidad entre él y Larrañaga, lejos está de haber realizado un acto para confrontar con la fuerza de izquierda.
También se dice que el Frente Amplio le teme a Lacalle, eso yo no le creo dado que el susodicho solo tiene fuerza interna y en un reducido núcleo de jubilados; el único que puede salvar a Lacalle debe ser San Juan.
Nicolás Viera Díaz